Helado casero de dulce de leche (sin heladora)

Helado de dulce de leche con trocitos de galleta

Los helados son los postres ideales para el verano. Los helados caseros son mucho más sanos, sin conservantes, sin colorantes ni sabores artificiales y con menos grasas que los industriales. Son muy sencillos de hacer aunque no dispongamos de heladera, eso sí, hay que disponer de tiempo porque el proceso de congelado deber ser lento al principio  pero al final creo que merece la pena.
Estas cantidades son aproximadamente para 4 personas (o 6 tarrinas pequeñas).

- 200 ml de leche
- 200 gr de dulce de leche (en Mercadona)
- Un brick de nata para montar (200 ml)
- 2 yemas
- 2 cucharaditas de azúcar glás
- Opcional: Crocanti de almendras, nueces caramelizadas, trocitos de galletas....

Ponemos a calentar la leche en un cazo y cuando esté caliente añadimos el dulce de leche, removiendo constantemente hasta su disolución a fuego lento. Por otro lado batimos las 2 yemas y le añadimos la leche con el dulce de leche. Volvemos a poner a fuego suave sin dejar de remover y sin que llegue a hervir hasta que espese ligeramente. Retiramos del fuego y lo dejamos enfriar.

Mientras se enfria montamos la nata a punto de nieve (tiene que estar fria) junto con el azúcar glás.

En un bol de cerámica o de acero inoxidable (que son buenos conductores de frío) ponemos la crema de dulce de leche y le añadimos la nata con cuidado con movimientos envolventes. Cuando esté todo bien integrado lo tapamos con film de plástico y lo guardamos en el congelador.

Al cabo de una hora sacamos del congelador y lo volvemos a batir a mano con unas varillas para romper la formación de cristales de hielo y que quede cremoso. En ese momento le podemos añadir almendras, trocitos de galleta... (para darle un poco de crujiente). Lo volvemos a congelar y repetimos ese proceso pasado una hora. Es preferible repetir el proceso una tercera vez al cabo de una hora para mayor cremosidad. En ese momento también se puede pasar el helado a poleras o flaneras individuales.

Es preferible no dejar el helado mucho tiempo en el congelador, no más de cinco días, porque al no llevar conservantes cristaliza antes que los demás. Por eso es preferible hacer pequeñas cantidades para comerlo en el momento.